Experiencia en la cumbre del alumnado del IES Siete Palmas del 19 al 21 de marzo de 2024

        El primer día llegamos a la plaza de Artenara y fuimos al Museo Casas Cueva, en este museo vimos tres antiguas viviendas,  probables moradas de la población prehispánica que habitó en este lugar. En el interior de las cuevas pudimos  observar el mobiliario típico de la época, indicar que las cuevas se usaban como despensa y como habitación para descansar, ya que la mayor parte del tiempo la pasaban fuera de las cuevas donde cocinaban y realizaban tareas como la comida, lavar , atender a los animales etc... 

        Luego fuimos al Centro Locero de Lugarejos donde Mari León se dedica a la alfarería tradicional de Lugarejos. Ella nos mostró como se elabora una pieza a mano, sin el empleo del torno. Las piezas se levantan en una superficie plana sobre un poco de arena; la técnica consiste en hacer girar la pieza lentamente con una mano mientras la otra va extendiendo y modelando el barro. Posteriormente nos mostró ``el guisaderó ́ ́, único en las Islas Canarias, donde se cocinan las piezas al aire libre.

Por la tarde tuvimos un encuentro con los alumnos y alumnas del IES Vega de San Mateo, en el que hicimos varias dinámicas para conocernos, realizamos un juego que consistía en ir por varios sitios emblemáticos de Artenara y una serie de pruebas como cantar la canción Aires de Lima de Artenara, dibujar una pintadera, visitar la iglesia de Artenara y buscar una escultura de un reconocido escultor canario, así como sacarnos una foto desde el Mirador de Unamuno.

Para terminar la jornada realizamos el juego del paracaídas donde pudimos hacer una reflexión final y comentar lo que habíamos aprendido ese día y que cosas nos habían gustado. También aprendimos a cantar una nueva canción “Yo quiero gofio”.

Al día siguiente, realizamos una ruta de senderismo por Juncalillo acompañados y acompañadas por la gente mayor de la zona, las cuales nos transmitieron conocimientos de los distintos usos del territorio a lo largo del tiempo. Durante el trayecto pudimos observar las casas cueva, los distintos sistemas de cultivo, los bancales...

 

Además, fuimos a unos terrenos cercanos al albergue, donde pudimos plantar millo y conocer un poco la agricultura de la zona.

 

El último día, tuvimos la suerte de asistir a un taller de lana, impartido por la artesana y tejedora Jennifer Cabrera y a un taller de cochinilla, impartido por Yesenia Velázquez García. En el taller de cochinilla pudimos darnos cuenta de cómo nuestros antepasados utilizaban los recursos de la naturaleza para dar color a diferentes elementos consiguiendo un tinte natural. Yesenia nos explicó el proceso de obtención del tinte, el cultivo de la planta y el cuidado del insecto de la cochinilla.

 

Hemos disfrutado de una experiencia única y enriquecedora, un viaje no solo a través de paisajes impresionantes, sino también a través del tiempo y la historia de esta fascinante isla.  Las vivencias con las personas mayores fueron un tesoro invaluable. Sus relatos tejieron una tela de memorias que nos transportaron a épocas pasadas, cuando la vida en la isla era una danza entre la naturaleza y el trabajo arduo. Escuchar sus historias fue como abrir una ventana al pasado y sentir la conexión con las generaciones que nos precedieron.